El duelo de una separación dicen que dura 2 años, sinceramente....creo que dura toda la vida. Y más, cuando tienes que ver a esa persona el resto de tu vida porque unos hijos te unen....te unen de por vida a la otra persona.
Pero ahora me queda aprender que el estar unidos de por vida no implica tener que compartirla.
Mientras yo todavía lloro su ausencia, él ya va a buscar a otra al trabajo con el coche.
Mientras yo aún pienso en lo que podría haber hecho mejor, él ya hacia tiempo que sabía que no había nada que hacer.
Mientras mi corázon cicatriza, él ya construye un nuevo hogar con esa persona.
POr eso, mi familia siempre serán mis hijos, tanto los que me sonrien como la que me da patadas en mi vientre. A pesar de quien estuvo conmigo, a pesar de quien estará en un futuro....mi única familia son ellos. Y les amo con todas las fuerzas, son mis apéndices.
Mi hija Candela, mi neni, mi bombón, mi candiflu, mi cacahuete...
Mi hijo Urbez, mi gordito, mi muchachote, mi colica, mi nene....
Mi hija Saudade, la que de momento me produce ardores y me patalea la vejiga....
Ellos 3 son todo lo que necesito para ser feliz, son el único amor que tendré siempre, puro e incondicional. Tanto si me he peinado hoy, como si engordé 5 kilos. Tanto si les regañé por tirar la comida al suelo, como si les grité porque estaba cansada de luchar con todo. Tanto si sonrio, como si lloro.
Porque ellos me quieren tanto como yo ellos. Os amo, os quiero, os adoro.
